El reflejo de la superficie en un sistema de radar puede provocar varios efectos, incluidos objetivos fantasma o ecos falsos. Cuando las ondas de radar encuentran una superficie, como el suelo o el agua, se reflejan en el receptor del radar. Si el ángulo de incidencia es poco profundo y la superficie es lisa, estos reflejos pueden ser fuertes y aparecer como objetivos adicionales en la pantalla del radar, lo que genera confusión y una posible interpretación errónea de los objetivos reales.
La propagación de ondas de radar se refiere a su viaje a través de la atmósfera u otros medios. Varios factores, como las condiciones atmosféricas, el terreno y los obstáculos, pueden afectar la propagación del radar. Por ejemplo, las condiciones climáticas como la lluvia o la niebla pueden atenuar las ondas del radar, reduciendo su alcance y precisión. Las características del terreno, como montañas o edificios, pueden provocar efectos de observación en los que las señales de radar pueden bloquearse o reflejarse, lo que afecta la cobertura y las capacidades de detección.
Dos factores críticos que afectan el rendimiento del radar son el alcance y la resolución. El alcance se refiere a la distancia máxima a la que un sistema de radar puede detectar y medir con precisión la posición de un objetivo. Depende de la potencia del transmisor del radar y de la sensibilidad del receptor. La resolución, por otro lado, se refiere a la capacidad de distinguir objetivos muy cercanos entre sí. Está influenciado por la longitud de onda de la señal del radar y el tamaño de la antena.
La reflexión del radar ocurre cuando las ondas del radar encuentran un objeto o superficie, lo que hace que algunas de las ondas reboten hacia el receptor del radar. La intensidad de la señal reflejada depende de la sección transversal del radar (RCS) del objetivo, que está influenciada por su tamaño, forma y composición del material. La reflexión del radar es esencial para detectar e identificar objetivos en los sistemas de radar, donde las variaciones en RCS ayudan a distinguir entre diferentes tipos de objetos.
La refracción puede afectar a las ondas de radar en determinadas condiciones, especialmente cuando se encuentran con capas de densidad atmosférica variable. La refracción desvía las ondas de radar, cambiando su trayectoria y provocando potencialmente errores en la estimación de la ubicación del objetivo. Este efecto es más pronunciado en altitudes más bajas y en distancias largas, donde las condiciones atmosféricas pueden variar considerablemente. Los sistemas de radar normalmente tienen en cuenta los efectos de la refracción mediante técnicas de calibración y procesamiento de señales para mantener la precisión del seguimiento y la medición del objetivo.