El radar 3D y el radar 4D se diferencian principalmente en las dimensiones de espacio y tiempo que miden. Un sistema de radar 3D normalmente proporciona información sobre el alcance (distancia), el acimut (ángulo horizontal) y la elevación (ángulo vertical) de los objetivos en su campo de visión. Esta información permite la localización espacial de objetivos en tres dimensiones. Sin embargo, no incluye el seguimiento continuo en el tiempo, que es una característica clave del radar 4D. El radar 4D, por otro lado, añade la dimensión del tiempo, permitiéndole rastrear el movimiento, la velocidad y la aceleración de los objetivos a lo largo de intervalos de tiempo. Esta dimensión temporal mejora la conciencia situacional y las capacidades de seguimiento, lo que la hace adecuada para aplicaciones donde el comportamiento dinámico del objetivo es fundamental, como en la vigilancia militar, el control del tráfico aéreo y la navegación de vehículos autónomos.
Asimismo, 3D LiDAR y 4D LiDAR se diferencian en las dimensiones que miden y las capacidades que ofrecen. Los sistemas LiDAR 3D generan mapas tridimensionales de alta resolución del medio ambiente midiendo el tiempo que tardan los pulsos láser en reflejarse en los objetos y regresar al sensor. Estos sistemas proporcionan información espacial sobre la distancia, el acimut y la elevación de los objetos dentro de su rango de escaneo. Sin embargo, no capturan inherentemente el movimiento continuo o los cambios dinámicos a lo largo del tiempo. Por el contrario, 4D LiDAR incorpora la dimensión del tiempo, lo que permite el seguimiento y monitoreo continuo de objetos en movimiento o cambios en el entorno a lo largo de intervalos de tiempo. Esta capacidad es crucial para aplicaciones como mapeo en tiempo real, detección de objetos en entornos dinámicos y análisis de movimiento para vehículos autónomos y robótica.
El radar 3D se refiere a sistemas de radar que proporcionan información espacial tridimensional sobre objetivos cercanos. Estos sistemas suelen medir el alcance (distancia), el azimut (ángulo horizontal) y la elevación (ángulo vertical) de los objetivos para determinar su posición en el espacio tridimensional con respecto al sensor de radar. El radar 3D se utiliza ampliamente en diversas aplicaciones, incluida la vigilancia militar, el control del tráfico aéreo, la vigilancia meteorológica y la navegación marítima. Al determinar con precisión las coordenadas espaciales de los objetivos, el radar 3D mejora el conocimiento de la situación y facilita la detección, el seguimiento y la clasificación de objetos en entornos complejos.