La formación de haces analógica y la formación de haces digital son técnicas utilizadas en sistemas de antenas para dar forma y dirigir señales de radiofrecuencia hacia direcciones específicas, mejorando la comunicación o el rendimiento de la detección. La principal diferencia es cómo procesan las señales:
La formación de haces analógica ajusta la fase y la amplitud de las señales utilizando componentes analógicos como cambios de fase y atenuadores. Opera en el dominio de la radiofrecuencia (RF), modificando directamente las características de la señal antes de la transmisión o recepción. La formación de haces analógica es más simple y más eficiente energéticamente que la formación de haces digital, pero ofrece menos flexibilidad para ajustar dinámicamente las características del haz.
La formación de haces híbrida combina elementos de técnicas de formación de haces analógicas y digitales. Por lo general, utiliza componentes analógicos para la formación del haz aproximado (por ejemplo, dirección del haz principal) y procesamiento digital para ajustar las características del haz. Este enfoque equilibra la eficiencia de la formación de haces analógica con la flexibilidad y precisión de la formación de haces digital, lo que la hace adecuada para los sistemas de comunicaciones inalámbricos modernos, particularmente en frecuencias de ondas milimétricas donde las antenas de las redes son densas y complejas.
La formación de haces analógica se basa en cambios de fase para ajustar la fase de las señales en conjuntos de antenas, dirigiendo efectivamente el haz en las direcciones deseadas. Opera en el dominio de RF, manipulando señales antes de convertirlas a formato digital. La formación de haces analógica es simple y energéticamente eficiente, pero carece de las capacidades de adaptación y el control detallado que ofrece la formación de haces digital. Es adecuado para aplicaciones donde se priorizan los patrones de haz fijo y la simplicidad sobre los ajustes dinámicos del haz.
Las desventajas de la formación de haces analógica incluyen una adaptabilidad limitada a las condiciones y requisitos ambientales cambiantes. A diferencia de la formación de haces digital, que puede ajustar dinámicamente las características del haz y optimizar el rendimiento en tiempo real, la formación de haces analógica normalmente requiere ajustes manuales o configuraciones predefinidas. Esta limitación puede restringir su efectividad en escenarios donde los cambios rápidos en las condiciones de la señal o los requisitos del haz son comunes, como en las comunicaciones móviles o los sistemas de radar. Además, la formación de haces analógica puede sufrir una precisión de formación de haces reducida en comparación con los métodos digitales, especialmente en entornos complejos con interferencias o efectos de propagación por trayectos múltiples.