Las técnicas antiinterferencias son métodos utilizados en sistemas de comunicaciones y radar para mitigar o contrarrestar interferencias intencionales, llamadas interferencias, destinadas a interrumpir o bloquear señales. Estas técnicas incluyen el salto de frecuencia, donde el transmisor y el receptor cambian rápidamente entre diferentes frecuencias según un patrón predeterminado conocido sólo por los usuarios autorizados. Otro método es la modulación de espectro ensanchado, que distribuye la energía de la señal en un amplio ancho de banda utilizando secuencias pseudoaleatorias, lo que dificulta que las nieblas localicen e interrumpan la señal de manera efectiva. Las antenas nulas, que dirigen electrónicamente los nulos hacia las señales de los bloqueadores, también se utilizan para reducir la interferencia.
La determinación de la técnica anti-vinculación más eficaz depende de factores como la naturaleza de la amenaza de interferencia, el tipo de sistema de comunicaciones o radar y el entorno operativo. El salto de frecuencia a menudo se considera muy efectivo debido a su capacidad de cambiar rápidamente las frecuencias, lo que dificulta que los bloqueadores rastreen e interfieran de manera constante. La modulación de espectro ensanchado también proporciona solidez contra las interferencias al distribuir la señal en un amplio espectro, lo que reduce el impacto de la interferencia de banda estrecha.
Las técnicas de interferencia implican interferencia deliberada con señales electromagnéticas para interrumpir la comunicación o las operaciones de radar. Estas técnicas pueden variar desde simples generadores de ruido que cubren una banda de frecuencia con interferencia hasta métodos más sofisticados como la suplantación de identidad, donde se introducen señales falsas para engañar a los receptores o provocar una detección falsa. Otras técnicas incluyen la interferencia, que inunda una amplia gama de frecuencias con ruido, y la interferencia puntual, que apunta a frecuencias o señales específicas.
Varios dispositivos y tecnologías sirven como dispositivos antigemelos diseñados para proteger los sistemas de comunicación y radar de interferencias. Estos dispositivos pueden incluir equipos de contramedidas electrónicas (ECM) integrados en plataformas militares para detectar y neutralizar amenazas de interferencia. Los ejemplos incluyen algoritmos de procesamiento de señales adaptativos que ajustan dinámicamente los parámetros de la señal para filtrar interferencias o nulos utilizando antenas direccionales. En aplicaciones comerciales, los dispositivos anti-gemelo pueden implicar tecnologías de cifrado para proteger los datos transmitidos contra la interceptación y manipulación por parte de partes no autorizadas.
La prevención de interferencias implica el uso de una combinación de estrategias y tecnologías para minimizar la vulnerabilidad a las interferencias. Las medidas efectivas incluyen el empleo de sistemas de frecuencia ágil que puedan cambiar rápidamente las frecuencias, la implementación de un cifrado sólido para proteger los canales de comunicación contra escuchas y manipulaciones, y el despliegue de técnicas avanzadas de procesamiento de señales para diferenciar entre señales genuinas e interferencias. Las medidas de seguridad física para proteger los equipos y las redes de transmisión del acceso físico o la manipulación también desempeñan un papel crucial en la prevención de ataques de interferencia.