Hay dos tipos principales de técnicas de interferencia de radar utilizadas en el control del tráfico aéreo (ATC): interferencia de ruido y interferencia de engaño. La interferencia de ruido implica la transmisión de señales aleatorias o ruido en la frecuencia operativa del radar, enmascarando u oscureciendo efectivamente las salidas legítimas del radar de la aeronave. Esta interferencia altera la capacidad del radar para detectar y rastrear objetivos con precisión, lo que reduce la conciencia situacional de los controladores de tráfico aéreo.
La interferencia por engaño, por otro lado, implica la transmisión de señales que imitan los ecos del radar de la aeronave u otros objetivos, creando información falsa o engañosa en la pantalla del radar.
Esta técnica tiene como objetivo confundir a los operadores de radar generando objetivos fantasmas o cambiando la posición, velocidad o título percibidos de objetivos reales, lo que podría provocar errores en la gestión y el control del tráfico aéreo.
Las técnicas de interferencia se pueden clasificar en varios tipos según sus características operativas y sus efectos en los sistemas de radar.
Las clasificaciones comunes incluyen interferencias de ruido, que implican la transmisión de señales aleatorias o ruido para enmascarar los rendimientos del radar; Bombardeo de bombardeo, donde se transmite continuamente una amplia gama de señales para abrumar a los receptores de radar; y interferencia puntual, que apunta a frecuencias o bandas de radar específicas para interrumpir selectivamente las operaciones del radar.
Cada tipo de técnica de interferencia tiene como objetivo interferir con el rendimiento del radar mediante receptores saturados con señales no deseadas, enmascarando salidas legítimas o distorsionando datos del radar provenientes de operadores engañosos.
Los radares pueden verse bloqueados mediante diversos métodos que explotan las vulnerabilidades en sus principios operativos y capacidades de procesamiento de señales.
Un enfoque común es transmitir señales de radiofrecuencia de alta potencia en o cerca de la frecuencia operativa del radar, causando interferencias que abruman al receptor del radar e interrumpen su capacidad para detectar y procesar retornos de objetivos legítimos. Otro método consiste en utilizar contramedidas electrónicas (ECM) sofisticadas que generan señales engañosas o retornos de radar falsos, confundiendo a los operadores de radar y comprometiendo la precisión de la vigilancia y el seguimiento basados en radar.
Las técnicas de interferencia avanzadas también pueden implicar saltos de frecuencia, modulación del espectro de propagación o generación de formas de onda adaptativas para evadir la detección y maximizar la eficacia de la interferencia contra los sistemas de radar.
Las interferencias de radar activas y pasivas difieren fundamentalmente en su enfoque operativo y su impacto en los sistemas de radar.
La interferencia activa del radar implica la transmisión de potentes señales electromagnéticas directamente a la frecuencia operativa del radar o a bandas adyacentes, con la intención de sobrecargar el receptor del radar e interferir con su capacidad para detectar y rastrear objetivos con precisión. Esta forma de interferencia requiere que la fuente de interferencia emita señales continuamente y se interactúe activamente con el sistema de radar durante la operación de interferencia.
Por el contrario, las técnicas pasivas de interferencia de radar explotan vulnerabilidades en el procesamiento de señales de radar o en las características de transmisión sin emitir señales detectables. Los métodos de interferencia pasiva pueden implicar reflejar o modular señales de radar existentes para crear ecos falsos o engañar a los operadores de radar, sin emitir fuertes emisiones electromagnéticas que podrían revelar la presencia de niebla.
Las técnicas de interferencia de radar activa y pasiva tienen como objetivo interrumpir las operaciones de radar, pero difieren en su enfoque para generar interferencia y evadir la detección por parte de los operadores de radar y los sistemas de contramedidas electrónicas (ECM).