La función principal del receptor de radar es capturar y procesar señales electromagnéticas reflejadas en los objetivos. Convierte estas señales en datos eléctricos utilizables, lo que permite el análisis de la posición del objetivo, la velocidad y otras características. Esta función es esencial para el rendimiento general y la precisión de los sistemas de radar.
La función principal del receptor en un sistema de radar es detectar los ecos del radar entrantes y traducirlos en señales eléctricas para su posterior procesamiento. Esto implica filtrar, amplificar y demoler las señales recibidas para extraer información relevante sobre los objetos detectados. El receptor desempeña un papel fundamental a la hora de garantizar un seguimiento y una detección fiables del objetivo.
La función principal de un radar es emitir señales de radiofrecuencia y analizar los ecos que regresan después de rebotar en los objetos. Al medir el tiempo que tardan las señales en regresar y sus características, los sistemas de radar pueden determinar la distancia, la velocidad y la dirección de los objetivos. Esta capacidad es vital para diversas aplicaciones, incluidas la navegación, la vigilancia y el seguimiento.
El tipo de receptor utilizado en el radar suele ser un receptor superheterodino. Este tipo de receptor mezcla señales de radar entrantes con una frecuencia de oscilador local para crear señales de frecuencia intermedia (IF), que son más fáciles de procesar. Los receptores superheterodinos se utilizan ampliamente debido a su sensibilidad y selectividad.
El principio del receptor de radar se basa en la detección de ondas electromagnéticas reflejadas. Cuando las señales de radar se transmiten y encuentran un objetivo, se reflejan en el receptor. Luego, el receptor analiza estas señales devueltas, extrayendo información sobre la ubicación, la velocidad y otras propiedades del objetivo midiendo parámetros como el retraso y el desplazamiento de frecuencia.