El procesamiento de datos GPR implica varios pasos clave para convertir señales de radar sin procesar en imágenes o perfiles significativos del subsuelo. Inicialmente, los datos recopilados se someten a un preprocesamiento para eliminar el ruido, corregir las características de la antena y aplicar filtros que mejoren la claridad de la señal. Este paso de preprocesamiento es crucial para mejorar la calidad de los datos antes de realizar más análisis. Luego, se aplican técnicas de migración de datos para compensar las distorsiones causadas por la propagación de las ondas a través del subsuelo. Esto ayuda a posicionar con precisión los reflejos del radar y crear una representación más clara de las estructuras subterráneas. Finalmente, la interpretación de datos implica el análisis de señales procesadas para identificar y mapear características del subsuelo, como servicios públicos, capas geológicas o anomalías. Las herramientas de visualización se utilizan a menudo para presentar datos GPR procesados en perfiles 2D o modelos 3D, lo que ayuda en el análisis detallado y la toma de decisiones para aplicaciones en arqueología, ingeniería, ciencias ambientales, etc.
El radar de penetración terrestre (GPR) es un método geofísico que utiliza pulsos de radar para obtener imágenes del subsuelo. Funciona según el principio de transmitir ondas electromagnéticas al suelo u otros materiales a través de una antena de radar. Estas ondas penetran el material hasta encontrar límites u objetos con diferentes propiedades electromagnéticas, donde parte de la energía se refleja de regreso a la superficie. El sistema GPR detecta estos reflejos, midiendo su retraso y amplitud para crear perfiles o imágenes del subsuelo. Al analizar estos reflejos, GPR puede identificar objetos enterrados, capas geológicas, huecos y otras características subterráneas sin necesidad de excavación.
La metodología GPR implica procedimientos sistemáticos para realizar estudios y analizar datos de radar para extraer información del subsuelo. Inicialmente, se prepara el área de estudio y se configura el equipo GPR con la antena de radar y los parámetros adecuados según los objetivos del estudio. El estudio se lleva a cabo moviendo la antena en el suelo en forma de cuadrícula o a lo largo de transectos definidos, transmitiendo pulsos de radar y registrando las reflexiones recibidas. Los datos recopilados se procesan para eliminar el ruido, corregir distorsiones y mejorar la claridad de las señales de radar. La interpretación de los datos procesados implica identificar y mapear características del subsuelo basándose en las características de los reflejos del radar. La metodología GPR se puede adaptar a varias disciplinas, incluidas la arqueología, la ingeniería, la geología y las ciencias ambientales, y proporciona información valiosa sobre las condiciones del subsuelo para la investigación, la exploración y las aplicaciones prácticas.