¿Qué es un radomo en un avión?

Un radomo en un avión es una cubierta o recinto protector que alberga antenas de radar y comunicaciones y al mismo tiempo permite el paso de señales electromagnéticas con una interferencia mínima. Por lo general, tiene una forma aerodinámica para minimizar la resistencia y está diseñado para soportar vuelos a alta velocidad y diversas condiciones climáticas. Los radomos de aeronaves son cruciales para mantener la transparencia del radar y el rendimiento de la antena y al mismo tiempo proteger los equipos sensibles de los elementos ambientales.

Dentro de un radomo hay antenas de radar y comunicaciones que transmiten y reciben señales electromagnéticas. Estas antenas están conectadas a los sistemas de radar y comunicaciones de la aeronave, lo que permite funciones como radar meteorológico, mapeo del terreno, control del tráfico aéreo y comunicación con estaciones terrestres u otras aeronaves. El radomo en sí actúa como una barrera protectora que protege estas antenas de fuerzas aerodinámicas, riesgos climáticos como lluvia y hielo y radiación ultravioleta, lo que garantiza un funcionamiento confiable en todas las condiciones de vuelo.

Los radomos se clasifican según su forma, tamaño y aplicación prevista. Las clasificaciones comunes incluyen radomos de nariz, que se montan en el cono de la nariz de la aeronave para albergar el radar meteorológico y las antenas de navegación, y radomos dorsales, que se encuentran en la parte superior del fuselaje de la aeronave para albergar antenas de comunicaciones por satélite. Los radomos también se pueden clasificar por su rango de frecuencia operativa, diseño estructural (por ejemplo, construcción de una o varias piezas) y su capacidad para soportar condiciones ambientales específicas de aplicaciones aeroespaciales.

Para los radomos se utilizan diversos materiales, dependiendo de factores como la transparencia electromagnética, la resistencia mecánica, el peso y la durabilidad. Los materiales comunes incluyen plásticos reforzados con fibra de vidrio (FRP), compuestos de fibra de carbono y polímeros especiales. Estos materiales se seleccionan por su capacidad para mantener la transparencia del radar en bandas de frecuencia específicas y al mismo tiempo proporcionar suficiente integridad estructural para soportar las tensiones del vuelo, incluidas cargas aerodinámicas y variaciones de temperatura. También se pueden incorporar materiales de radar avanzados (RAM) en los diseños de radomos para minimizar los reflejos del radar y mejorar las capacidades de sigilo en los aviones militares.