Los sistemas de radar para automóviles suelen funcionar en frecuencias de alrededor de 77 GHz. Este rango de frecuencia se elige por varias razones. En primer lugar, 77 GHz está en la banda de ondas milimétricas, lo que ofrece ventajas como alta resolución y precisión en la detección de objetos a distancias relativamente cortas. Esto es crucial para aplicaciones como el control de crucero adaptativo, la prevención de colisiones y los sistemas de frenado automatizados en vehículos, donde la detección y el seguimiento precisos de objetos cercanos son esenciales para garantizar la seguridad y la confiabilidad. Además, las autoridades reguladoras asignan la banda de 77 GHz a los radares automotrices, lo que garantiza la compatibilidad y minimiza la interferencia con otros sistemas de radar y dispositivos de comunicaciones que operan en bandas de frecuencia vecinas.
En los sistemas de radar, la frecuencia suele expresarse en Hercios (Hz), que representa el número de ciclos por segundo. Por ejemplo, un sensor de radar que funciona a 77 GHz corresponde a una frecuencia de 77 mil millones de Hertz (77 GHz = 77 × 10^9 Hz). Esta alta frecuencia permite que las señales de radar alcancen una resolución fina al medir distancias y velocidades de los objetivos, lo que la hace adecuada para aplicaciones que requieren detección y seguimiento precisos de objetos, como los sistemas de radar para automóviles.
Los sistemas de radar utilizan una gama de frecuencias según su aplicación específica y sus requisitos operativos. Las frecuencias de radar comunes incluyen frecuencias de microondas que van desde unos pocos gigahercios (GHz) hasta decenas de gigahercios (GHz). La elección de la frecuencia depende de factores como el alcance deseado, la resolución, la penetración en las condiciones atmosféricas y las limitaciones reglamentarias. Las frecuencias más bajas, como las de entre 5 y 10 GHz, se utilizan a menudo en radares meteorológicos y sistemas de navegación marítima por su capacidad para penetrar la lluvia, la niebla y otras perturbaciones atmosféricas. Se prefieren frecuencias más altas, como 24 GHz o 77 GHz, para aplicaciones que requieren alta resolución y precisión en la detección de objetos pequeños o medición precisa de velocidades de objetivos, como radares automotrices y sistemas de radar de vigilancia.
La elección de 77 GHz para los sistemas de radar de automóviles se debe principalmente a consideraciones normativas y técnicas. Los organismos reguladores, como la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) en los Estados Unidos y el Instituto Europeo de Normas de Telecomunicaciones (ETSI) en Europa, han asignado la banda 76-77 GHz específicamente para aplicaciones de radares para automóviles. Esta asignación garantiza que los sistemas de radar para automóviles puedan funcionar sin interferencias de otros sistemas de radar o dispositivos de comunicaciones que funcionen en bandas de frecuencia adyacentes. Técnicamente, el radar de 77 GHz ofrece alta resolución, precisión y confiabilidad en la detección y seguimiento de objetos a quemarropa, lo que lo hace ideal para sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) y tecnologías de conducción de vehículos autónomos que dependen de datos precisos de sensores para una conducción segura y eficiente. operación del vehículo.