La interferencia de radar es la interferencia deliberada con los sistemas de radar para alterar su capacidad de detectar y rastrear objetos. Esto implica transmitir señales que abruman o impiden la capacidad del radar para recibir y procesar reflejos legítimos de los objetivos. Esta interferencia puede enmascarar la presencia de objetos o engañar al radar para que malinterprete la información que recibe.
La interferencia del radar altera los sistemas de radar al emitir señales que ahogan o modifican las señales recibidas del radar. Esto puede impedir que el radar detecte y rastree objetivos con precisión, lo que lo vuelve ineficaz para sus propósitos. La interferencia puede provocar una pérdida total de la funcionalidad del radar o reducir la precisión de la detección y el seguimiento del objetivo.
El propósito de la interferencia es interferir con las comunicaciones o los sistemas de detección para interrumpir las operaciones o proporcionar una ventaja táctica. En contextos militares, la interferencia puede impedir que los sistemas de radar enemigos detecten o rastreen movimientos. En otros escenarios, la interferencia se puede utilizar para oscurecer o confundir los sistemas de navegación y vigilancia electrónica.
Los cuatro tipos de interferencias son interferencias de ruido, que inundan una frecuencia con señales aleatorias; Bloqueo de puntos, que apunta a frecuencias específicas; Interferencia de presas, que cubre una amplia gama de frecuencias; y interferencia engañosa, que manipula o falsifica señales para engañar al receptor.
Si tiene un bloqueador de radar, emitirá señales diseñadas para interferir con los sistemas de radar cercanos. Esto puede impedir que el radar detecte o rastree objetos de manera efectiva. El uso de nieblas de radar es generalmente ilegal en muchas jurisdicciones porque puede interferir con funciones importantes de seguridad y protección, como el control del tráfico aéreo y la aplicación de la ley.