¿Qué es una buena ganancia de antena?

La determinación de qué constituye una «buena» ganancia de antena depende de la aplicación y los requisitos específicos. En general, una buena ganancia de antena es aquella que cumple con los criterios de rendimiento deseados para una determinada tarea de comunicación o detección. Por ejemplo, en los sistemas de comunicación inalámbrica, una buena ganancia de antena es generalmente aquella que proporciona suficiente potencia y cobertura en el rango deseado sin interferencias ni ruido excesivo. En aplicaciones de radar, una buena ganancia de antena ayuda a detectar objetivos con alta precisión y detalles de resolución en la imagen del radar. La relevancia de la ganancia de la antena también considera factores como la frecuencia de operación, el tamaño de la antena y las condiciones ambientales.

En muchos casos, una antena de mayor ganancia puede resultar ventajosa, pero no es universalmente mejor en todas las situaciones. Las antenas de mayor ganancia enfocan más su patrón de radiación o recepción en una dirección específica, lo que puede mejorar la intensidad y el alcance de la señal en esa dirección. Esta orientación direccional es beneficiosa para enlaces de comunicación de larga distancia o cuando se pretende recibir señales débiles desde una dirección particular mientras se minimiza la interferencia desde otras direcciones. Sin embargo, las antenas de mayor ganancia pueden tener anchos de haz más estrechos y son más sensibles a una alineación precisa, lo que las hace menos adecuadas para aplicaciones que requieren cobertura omnidireccional o donde la movilidad y la flexibilidad son cruciales.

La ganancia estándar de una antena generalmente se refiere a un nivel de referencia o ganancia de referencia utilizada con fines de comparación. Puede variar según el contexto y los estándares de la industria. Por ejemplo, en telecomunicaciones e ingeniería de radiofrecuencia, la ganancia estándar puede referirse a la ganancia de un radiador isotrópico hipotético (0 DBI), que irradia por igual en todas las direcciones. Este punto de referencia ayuda a cuantificar la ganancia direccional de antenas prácticas en relación con una antena isotrópica idealizada.

La ganancia típica de una antena varía mucho según su diseño, tamaño y uso previsto. Por ejemplo, las antenas Wi-Fi comunes pueden tener ganancias que oscilan entre 2 DBI y 9 DBI, lo que proporciona una sensibilidad direccional moderada adecuada para aplicaciones en interiores y exteriores de corto alcance. Por el contrario, las antenas de comunicaciones por satélite de alta ganancia o las antenas parabólicas pueden alcanzar ganancias superiores a 30 DBI, lo que permite la transmisión y recepción de señales de largo alcance a grandes distancias. La ganancia típica de una antena se selecciona en función de requisitos específicos, como el área de cobertura, el alcance de la señal y las consideraciones de interferencia en el entorno operativo previsto.

Un buen valor de DBI (decibeles relativos a isotrópicos) para una antena depende de los requisitos de la aplicación y las características de rendimiento deseadas. Generalmente, un valor DBI más alto indica una ganancia direccional más alta en comparación con un radiador isotrópico. Por ejemplo, las antenas utilizadas para enlaces de comunicaciones punto a punto o recepción de satélite pueden tener valores de DBI que oscilan entre 15 DBI y 30 dBI o más, lo que proporciona una fuerte amplificación de la señal en direcciones específicas. Por otro lado, las antenas con valores de DBI más bajos, como las utilizadas para redes Wi-Fi interiores o dispositivos móviles, brindan una cobertura más amplia y menos sensibilidad direccional. Elegir un buen DBI para una antena implica equilibrar factores como el área de cobertura, la intensidad de la señal, los niveles de interferencia y el tamaño y la complejidad de la antena.