La diversidad de las telecomunicaciones se refiere a la práctica de utilizar múltiples canales, rutas o antenas para mejorar la confiabilidad y solidez de los sistemas de comunicaciones. Esto implica el uso de rutas o técnicas redundantes para mitigar los efectos del desvanecimiento, la interferencia y otras deficiencias del canal que pueden degradar la calidad de la señal. Al aprovechar la diversidad, los sistemas de telecomunicaciones pueden lograr una mayor intensidad de la señal, menores tasas de error y un aumento en la capacidad y confiabilidad general del sistema. Las técnicas de diversidad son cruciales en los sistemas de comunicación inalámbrica, donde las señales pueden experimentar condiciones variables debido a la propagación por trayectos múltiples y a factores ambientales.
Diversidad y MIMO (resultados de entrada múltiple) son conceptos relacionados pero difieren en su implementación y alcance. La diversidad generalmente se refiere a técnicas destinadas a mejorar la confiabilidad y calidad de la señal mediante el uso de rutas o antenas redundantes. Se centra en mitigar las deficiencias del canal y mejorar la robustez de la señal. Por el contrario, MIMO implica específicamente el uso de múltiples antenas tanto en el transmisor como en el receptor para aumentar el rendimiento de datos y la eficiencia espectral al multiplicar espacialmente múltiples flujos de datos. Aunque las técnicas de diversidad pueden ser parte de los sistemas MIMO, MIMO va más allá de la diversidad al aprovechar las capacidades de multiplexación espacial y procesamiento espacial para velocidades de datos más altas y un mejor rendimiento del enlace.
La diversidad de señales en telecomunicaciones se refiere al uso de múltiples rutas de señales, frecuencias o dimensiones espaciales para mejorar la confiabilidad y calidad de las señales transmitidas. Las técnicas de diversidad de señales incluyen diversidad temporal, diversidad de frecuencia y diversidad espacial, entre otras. Estas técnicas aprovechan las diferencias en las rutas o dimensiones de las señales para garantizar que al menos una ruta o dimensión proporcione una señal confiable en todo momento, mejorando así el rendimiento del sistema en entornos hostiles.
La diversidad de frecuencia es una técnica de telecomunicaciones que implica transmitir la misma señal simultáneamente en múltiples frecuencias portadoras en la misma banda de frecuencia. El objetivo es reducir los efectos del desvanecimiento de frecuencia y mejorar la confiabilidad de los enlaces de comunicaciones. Al transmitir copias redundantes de la señal en diferentes frecuencias, la diversidad de frecuencia aumenta la probabilidad de que al menos una frecuencia portadora mantenga suficiente intensidad y calidad de la señal, mejorando así la confiabilidad general de la comunicación.
En las redes de computadoras, la diversidad se refiere a la práctica de crear rutas, enlaces o recursos redundantes o alternativos dentro de una infraestructura de red para mejorar la resiliencia, la disponibilidad y la tolerancia a fallas. Esto implica implementar múltiples rutas de red o recursos que pueden usarse como respaldos o alternativas en caso de fallas o congestión en las rutas principales. Las técnicas de diversidad de red incluyen diversidad de rutas, redundancia de enlaces y estrategias de equilibrio de carga. Estas técnicas tienen como objetivo garantizar el funcionamiento continuo y el rendimiento óptimo de las redes informáticas minimizando el tiempo de inactividad y las interrupciones causadas por fallas de la red o congestión del tráfico.