Un misil guiado se refiere a un proyectil guiado equipado con un sistema guiado que le permite detectar y rastrear un objetivo de forma autónoma. A diferencia de los misiles o cohetes no guiados, que siguen una trayectoria balística sin guía, los misiles guiados utilizan sensores a bordo, como radar, infrarrojos (IR) o láser, para detectar el objetivo y ajustar su rumbo para interceptarlo o alcanzarlo con precisión. Estos misiles pueden operar en una variedad de modos, incluido el guiado activo (donde el misil emite sus propias señales y rastrea los reflejos del objetivo) o el guiado pasivo (donde el misil rastrea las emisiones del propio objetivo). Los misiles guiados se utilizan en aplicaciones militares para ataques de precisión contra objetivos terrestres, aviones, barcos y otros vehículos, mejorando la efectividad del combate y reduciendo los daños colaterales.
El término «arma dirigida» se refiere en términos generales a cualquier tipo de munición o dispositivo guiado diseñado para apuntar a un objetivo mediante sensores y sistemas de guía. Esta categoría incluye misiles guiados, bombas guiadas, torpedos y drones equipados con capacidades de guiado. Un arma guiadora se diferencia de las armas convencionales en su capacidad para detectar, rastrear y atacar objetivos de forma autónoma con mayor precisión y exactitud. Al incorporar sofisticadas tecnologías de guía, las armas domésticas pueden ajustar su trayectoria durante el vuelo para garantizar un ataque efectivo al objetivo, convirtiéndolas en una parte integral de las estrategias militares y de defensa modernas para operaciones ofensivas y defensivas.
Homing funciona integrando sensores especializados y sistemas de guía en un proyectil o vehículo para detectar y rastrear un objetivo de forma autónoma. Cuando se lanza un misil hash, activa sus sensores a bordo, como radar, infrarrojos u sensores ópticos, para escanear el entorno circundante en busca del objetivo. Estos sensores detectan señales emitidas por el objetivo o reflejos de las señales emitidas (en el caso de localización activa), lo que permite al misil calcular la posición, velocidad y trayectoria del objetivo con respecto a sí mismo. En base a esta información, el misil ajusta su trayectoria de vuelo controlando sus aletas, propulsores o superficies de control para dirigirse hacia el objetivo, asegurando una intercepción o impacto preciso.
Los misiles Hash rastrean objetivos utilizando diversas técnicas de guía según el tipo de sensor y los requisitos operativos. Los misiles guiados por radar emiten señales de radar que rebotan en el objetivo y regresan al receptor del misil, lo que le permite calcular la posición y el rumbo del objetivo. Los misiles guiados por infrarrojos (IR) detectan el calor emitido por el objetivo, como el motor de un avión o el escape, utilizando sensores IR sensibles a la radiación térmica. Los misiles guiados por láser dependen de los diseñadores de láser para iluminar el objetivo, guiando el misil hacia el punto láser reflejado del objetivo. Estos métodos de seguimiento permiten que los misiles de inteligencia ataquen eficazmente objetivos entre diferentes escenarios operativos y condiciones ambientales.
El primer misil guiado ampliamente reconocido fue el alemán Fritz X, utilizado durante la Segunda Guerra Mundial. Desarrollada a principios de la década de 1940, la Fritz X era una bomba planeadora guiada equipada con un radar semiactivo controlado por radio. Fue utilizado por la Luftwaffe (Fuerza Aérea Alemana) para atacar barcos aliados, incluidos acorazados y cruceros, demostrando un éxito temprano en las capacidades de ataque de precisión. el fritz