El alcance de los radares aerotransportados varía según el sistema y su aplicación prevista. Normalmente, los sistemas de radar aéreo modernos pueden detectar y rastrear objetivos a una distancia de varios cientos de kilómetros. Por ejemplo, los sistemas de radar militares aerotransportados pueden tener un alcance de 250 a 400 kilómetros, proporcionando una cobertura profunda con fines de vigilancia y seguimiento.
El alcance de los radares meteorológicos aerotransportados también depende del sistema específico, pero, en general, estos radares pueden detectar fenómenos meteorológicos a una distancia de hasta 300 kilómetros. Algunos sistemas avanzados pueden ir más allá de este rango y proporcionar información detallada sobre precipitaciones, intensidad de tormentas y patrones de viento para mejorar la seguridad de los vuelos y la planificación de rutas.
La frecuencia de los sistemas de radar aerotransportados varía según su aplicación y diseño. Las frecuencias comunes para los radares aéreos incluyen la banda X (8 a 12 GHz) y la banda S (2 a 4 GHz). Estas bandas de frecuencia se eligen para equilibrar la resolución, el alcance y la capacidad del radar para penetrar diversas condiciones atmosféricas, lo que los hace adecuados para diferentes tipos de monitoreo y detección del clima.
El alcance de los sistemas de radar antiaéreo también varía considerablemente: los sistemas modernos son capaces de detectar y rastrear objetivos a una distancia de varios cientos de kilómetros. Los radares antiaéreos de largo alcance normalmente pueden cubrir distancias de 300 a 450 kilómetros, proporcionando capacidades críticas de alerta temprana y seguimiento de objetivos para operaciones de defensa aérea. Estos radares están diseñados para detectar y rastrear múltiples amenazas aéreas simultáneamente, garantizando una seguridad completa del espacio aéreo.