La interferencia de lóbulos laterales, también conocida como interferencia de lóbulos laterales, es un tipo de táctica de guerra electrónica que se utiliza para alterar los sistemas de radar mediante la transmisión de señales de interferencia dirigidas a las oscilaciones laterales del patrón de antena del radar. Los sistemas de radar suelen emitir un lóbulo principal, que es la dirección principal de transmisión, y lóbulos laterales, que son lóbulos más débiles que se extienden desde el haz principal. La interferencia de lóbulos laterales aprovecha estas oscilaciones laterales más débiles para introducir señales de interferencia que pueden degradar u oscurecer las capacidades de detección del radar. Esta táctica tiene como objetivo explotar las vulnerabilidades en los patrones de antena de los sistemas de radar para perturbar o engañar a los operadores de radar sobre la presencia o ubicación de objetivos.
Los lóbulos laterales son lóbulos laterales o lóbulos menores que irradian desde el lóbulo principal de una antena. Resultan de imperfecciones o características de diseño de la antena y pueden irradiar energía involuntariamente en direcciones distintas al haz principal. Los lóbulos laterales pueden ser causados por una variedad de factores, incluidos defectos en el diseño de la antena, reflexiones o difracciones de estructuras vecinas e interferencias de otras fuentes electromagnéticas cercanas. Aunque los lóbulos laterales son generalmente más débiles que el lóbulo principal, aún pueden contribuir al rendimiento general del sistema y a la susceptibilidad a las interferencias, como en los sistemas de radar y comunicaciones.
La cancelación de lóbulos laterales es una técnica utilizada para mitigar los efectos de los lóbulos laterales en sistemas de radar y comunicaciones. Esto implica el uso de algoritmos avanzados de procesamiento de señales y estrategias de diseño de antenas para reducir o eliminar la radiación no deseada de los lóbulos laterales. Un enfoque para la cancelación de lóbulos laterales es utilizar conjuntos de antenas adaptativas o técnicas de formación de haces digitales, donde los elementos de la antena se controlan para cancelar o minimizar las emisiones de lóbulos laterales. Esto puede mejorar las características direccionales de la antena, mejorar la claridad de la señal y reducir la susceptibilidad a la interferencia de las hojas laterales u otras fuentes. Las técnicas de cancelación de lóbulos laterales son cruciales para mejorar el rendimiento y la confiabilidad de los sistemas de radar, redes de comunicaciones y otros sistemas electromagnéticos donde el control preciso de la señal es fundamental.