El efecto de retrodispersión se refiere al fenómeno específico en el que las ondas o la radiación se dispersan hacia la fuente después de interactuar con un objeto o medio. Este efecto ocurre cuando las ondas incidentes encuentran partículas, superficies o límites que reflejan o dispersan las ondas en la dirección de donde vinieron. La intensidad y las características de las señales retrodispersadas proporcionan información valiosa sobre las propiedades y composición de los objetos o medios que causaron la dispersión. En aplicaciones prácticas como radar, teledetección e imágenes médicas, el efecto de retrodispersión se utiliza para detectar, analizar y obtener imágenes de objetivos o estructuras basándose en señales reflejadas.
La dispersión, en general, se refiere al fenómeno más amplio en el que las ondas o la radiación interactúan con objetos o medios y se redirigen en varias direcciones debido a la interacción con partículas, obstáculos o límites. Abarca tanto la dispersión directa (donde las ondas se dispersan en la dirección de propagación) como la retrodispersión (donde las ondas se dispersan hacia la fuente). La principal diferencia entre retrodispersión y difusión es la dirección de las ondas dispersadas en relación con la dirección de propagación de la onda incidente. La retrodispersión se refiere específicamente a ondas o radiación dispersadas hacia la fuente, mientras que la difusión se refiere a ondas dispersadas en cualquier dirección, incluso hacia adelante, hacia atrás y hacia los lados. Por tanto, la retrodispersión es un tipo o subconjunto específico de dispersión que describe la redirección de ondas o radiación de regreso a su fuente después de interactuar con un material u objeto.