El radar detecta objetos con precisión transmitiendo ondas electromagnéticas, generalmente en forma de pulsos cortos u ondas continuas, desde una antena. Estas ondas viajan por el espacio hasta encontrar objetos en su camino. Al chocar contra un objeto, parte de la energía del radar se refleja en la antena del radar en forma de eco. A continuación, el receptor del sistema de radar capta y procesa estos ecos. Al analizar el tiempo que tardan los pulsos del radar en viajar hasta el objeto y regresar (conocido como tiempo de vuelo), el radar calcula la distancia al objeto. Este proceso implica mecanismos de sincronización precisos y técnicas de procesamiento de señales que permiten al radar determinar distancias con gran precisión, incluso al distinguir entre múltiples objetos en su campo de visión.
El radar detecta objetos mediante el principio de eco. Cuando las ondas de radar encuentran un objeto, se reflejan en su superficie en todas direcciones, incluso hacia el transmisor/receptor del radar. La resistencia del eco devuelto depende del tamaño, la forma, la composición del material del objeto y la orientación relativa al haz del radar. Los sistemas de radar están diseñados para detectar estos ecos débiles en medio del ruido de fondo y las interferencias, utilizando receptores sensibles y sofisticados algoritmos de procesamiento de señales. El radar Doppler, por ejemplo, no sólo detecta ecos, sino que también mide el cambio de frecuencia causado por objetos en movimiento, proporcionando información adicional sobre su velocidad y dirección de movimiento.
Para determinar la distancia a un objeto, el radar se basa en medir el retraso entre la transmisión de un pulso y la recepción de su eco. Este retraso corresponde directamente a la distancia recorrida por el pulso del radar hasta el objeto y de regreso. Los sistemas de radar utilizan mecanismos de sincronización precisos, a menudo sincronizados con los pulsos transmitidos, para medir con precisión estos intervalos de tiempo. Conociendo la velocidad de la luz, el radar calcula la distancia al objeto usando la fórmula: distancia = (retraso × velocidad de la luz) / 2. Este simple principio forma la base de la variación del radar, permitiendo una medición precisa de distancias que van desde metros a metros. a cientos de kilómetros, dependiendo del diseño del radar y los parámetros operativos.