Varios materiales reflejan ondas de radar en diferentes grados dependiendo de su composición y características de la superficie. Metales como el aluminio, el cobre y el acero se reflejan mucho en las ondas de radar debido a su alta conductividad eléctrica. Las ondas de radar interactúan con estos metales induciendo corrientes en sus superficies, provocando una reflexión significativa de las ondas incidentes. Esta propiedad hace que los metales se utilicen comúnmente en reflectores de radar y en la construcción de materiales absorbentes de radar (RAM) para aplicaciones sigilosas, donde reducir la reflexión del radar es fundamental.
Ciertos materiales y compuestos están diseñados para bloquear o absorber eficazmente las ondas de radar. Los materiales absorbentes de radar (RAM) están diseñados para absorber y disipar la energía del radar en lugar de reflejarla. Estos materiales suelen estar hechos de compuestos a base de carbono o sustancias a base de ferrita que atenúan las ondas de radar mediante mecanismos como la resonancia electromagnética o la pérdida dieléctrica. Los RAM se utilizan en tecnología furtiva para reducir la sección transversal del radar (RCS) de aviones, barcos y otros objetos, haciéndolos menos detectables por los sistemas de radar.
La espuma, dependiendo de su composición y densidad, puede presentar distintos grados de reflexión de radar. La espuma de baja densidad generalmente absorbe hasta cierto punto las ondas de radar, reduciendo su reflexión. Sin embargo, las espumas densas o las que contienen aditivos conductores pueden reflejar las ondas de radar de forma más eficaz, de forma similar a los materiales sólidos. La capacidad de la espuma para reflejar las ondas de radar depende de factores como su estructura, composición y la frecuencia de las ondas de radar incidentes.
El caucho generalmente tiene una reflectividad de radar pobre debido a su baja conductividad eléctrica y propiedades de absorción. Las ondas de radar tienden a penetrar el caucho en lugar de reflejarse en su superficie, lo que da como resultado una reflexión mínima. Aunque el caucho puede dispersar o atenuar las ondas de radar hasta cierto punto, no desvía las señales de radar de manera efectiva en comparación con las superficies metálicas o los materiales que absorben el radar. Como resultado, el caucho generalmente no se usa para bloquear o reducir la detección de radar en aplicaciones que requieren capacidades de sigilo o evasión de radar.