Las ondas superficiales se llaman ondas superficiales porque se propagan a lo largo de la superficie de la Tierra en lugar de viajar a través de su interior. Estas ondas incluyen las ondas del amor y las ondas de Rayleigh, que viajan horizontalmente a lo largo del límite entre la corteza terrestre y la atmósfera o la superficie del agua. Su movimiento hace que el suelo se mueva con un movimiento de balanceo o sacudida, afectando la capa superior del suelo y las estructuras construidas sobre ella. El término «superficie» en las ondas superficiales se refiere a su ubicación e interacción con las capas superficiales de la Tierra.
Las ondas superficiales se denominan específicamente así porque viajan a lo largo o cerca de la superficie de la Tierra, a diferencia de las ondas corporales que viajan dentro del interior de la Tierra. Estas ondas viajan a lo largo del límite entre diferentes medios, como tierra sólida y aire o agua. En sismología, las ondas superficiales se refieren a ondas sísmicas que permanecen confinadas a las capas superficiales donde provocan importantes sacudidas y movimientos del suelo. Su nombre refleja su patrón de propagación característico y su interacción con la superficie de la Tierra.
En sismología, una onda superficial se refiere a un tipo de onda sísmica que se propaga a lo largo o cerca de la superficie de la Tierra. Estas ondas son generadas por eventos sísmicos como terremotos y se mueven horizontalmente a través del suelo, provocando que la superficie se mueva. Las ondas superficiales son más lentas que las ondas corporales (ondas P y ondas S) pero generalmente tienen amplitudes mayores y pueden causar más daño a las estructuras debido a su interacción con las capas superficiales de la Tierra.
Las ondas P (ondas primarias) y las ondas S (ondas secundarias) se nombran según sus características de propagación y comportamiento durante eventos sísmicos. Las ondas P se denominan ondas primarias porque son las ondas sísmicas más rápidas y las primeras que se detectan en los sismógrafos después de un terremoto. Viajan a través de sólidos, líquidos y gases comprimiendo y expandiendo el material en la dirección del viaje de las ondas. Las ondas S se denominan ondas secundarias o de corte porque siguen a las ondas P y se propagan cortando o sacudiendo el material perpendicularmente a la dirección de viaje de la onda. Sus nombres reflejan sus distintos comportamientos y efectos sobre los materiales de la Tierra durante eventos sísmicos.
La principal diferencia entre las ondas corporales y las ondas superficiales son sus rutas de propagación y características de movimiento en la tierra. Las ondas corporales, incluidas las ondas P y S, viajan dentro de la Tierra desde la fuente del terremoto hasta lugares distantes. Se propagan a través de sólidos, líquidos y gases, siendo las ondas P más rápidas y capaces de atravesar todo tipo de materiales, mientras que las ondas S sólo se propagan a través de sólidos y provocan temblores perpendiculares a su dirección de viaje. Por el contrario, las ondas superficiales viajan a lo largo o simplemente debajo de la superficie de la Tierra, afectando principalmente a la capa superior del suelo. Provocan temblores y desplazamientos horizontales, que pueden afectar a edificios y estructuras más que las ondas corporales. Esta distinción en las rutas de propagación y los efectos en la superficie de la Tierra diferencia las ondas corporales de las ondas superficiales en los estudios sísmicos y la evaluación de riesgos.